Los brazos robóticos son brazos mecánicos que funcionan como los de los seres humanos pero con la particularidad de su construcción. Cuentan con articulaciones que los hacen flexibles y adaptables para realizar múltiples movimientos y funciones. Por lo general este tipo de máquinas suelen formar parte de una herramienta más grande y sus funciones dependen del objetivo al que se encamine. Desde luego es un gran avance tanto para la industria como para la medicina, así que profundicemos un poco más sobre este mecanismo tan fascinante.
Historia
Los brazos robóticos como tal tienen siglos de historia, los autómatas de Grecia son un claro ejemplo. Pero fue en la Edad Media cuando Alberto Magno y su hombre de hierro sentaron las bases de lo que luego sería la robótica. George Devol fue pionero en la incorporación de los robots a la industria cuando en 1948 patentó una máquina, embrión del futuro robot industrial. En 1960 y con un contrato con la General Motors, instaló el primer brazo robótico, el Unimate, en la fábrica de Trenton, en Nueva Jersey. El fin de esta máquina era levantar y apilar piezas de metal caliente. Desde esta fecha hasta la actualidad, el mundo de la robótica no ha hecho más que crecer y desarrollarse.
Características de los brazos robóticos
Los beneficios de la llegada de los brazos robóticos al espectro industrial son más que evidentes. Agilizan tareas titánicas, que conllevarían mucha inversión de tiempo y de personas llevarlas a cabo. Y por supuesto, la ventaja más clara es que automatizan procesos industriales, lo que se traduce también en un ahorro de los costes económicos muy importante. Aplicado al ámbito de la medicina, las ventajas de los brazos robóticos son increíbles. Y no sólo como herramientas que forman parte de una máquina más, sino también como prótesis que mejoran la calidad de vida de cientos de personas. Existen empresas que se dedican a su investigación, creación y comercialización. Por ejemplo, Ros Components, fabrican brazos robóticos aplicados a la industria y la medicina. Un campo fascinante que está en completo desarrollo.
Tipos de brazos robóticos
Como vemos, hay muchos fines a los que se puede aplicar el uso de los brazos robóticos, pero vamos a analizar dos: los brazos robóticos para humanos y los brazos robóticos industriales.
Brazos robóticos para humanos
Los brazos robóticos para humanos son prótesis que tienen como fin suplir la ausencia del miembro, en este caso del brazo. Pero estas extremidades artificiales también se pueden crear para incorporar a personas que tengan todos sus miembros para realizar múltiples tareas. Los brazos robóticos con fines protésicos se pueden llegar a implantar y ser controlados por la mente. Todavía en fase de desarrollo muchos de ellos, permiten realizar movimientos muy precisos e incluso prensiles. Una mezcla de biología e ingeniería que sin duda abre un horizonte de luz para muchas personas.
Brazos robóticos industriales
Los brazos robóticos industriales son aquellos que se utilizan con un fin industrial. La automatización de procesos es el motivo fundamental de su desarrollo, y realizar movimientos repetitivos o trasladar materiales suelen ser el uso más habitual. El uso de estas máquinas ha generado el desarrollo de diversos tipos de sistemas y software adaptados a las necesidades más específicas de cada industria, pues al ser programables se puede configurar para el desarrollo de una función determinada, con un tiempo determinado y una fuerza concreta, facilitando el desarrollo de las tareas y haciendo aún más preciso su funcionamiento.
El avance de la robótica y en concreto de los brazos robóticos es un campo en expansión. Su aplicación tanto en el ámbito médico como en el industrial nos deparará grandes avances, y es que tanto el desarrollo de la ingeniería en el ámbito industrial como las aplicaciones de la biotecnología en el médico son el futuro.