En los últimos años se ha hecho cada vez más famosa la nanotecnología, pues se aplica a muchos sectores por sus innumerables beneficios allí donde el ojo y las capacidades humanas no pueden llegar. Cuando hablamos de esta tecnología no podemos dejar de citar a los nanorobots que, por su reducido tamaño, son de gran utilidad a la hora de llevar a cabo tareas en espacios diminutos y en la manipulación a pequeña escala. Vamos a conocer más en detalle qué es la nanotecnología y el papel de los nanobots en los próximos años.
Definición de Nanotecnología
La nanotecnología es una rama de la tecnología que se dedica a estudiar y manipular la materia en tamaños muy pequeños, por lo general medidas que rondan los 100 nanómetros. Para hacernos una idea, una simple hoja de papel tiene unos 100.000 nanómetros de grosor así que imaginaos de lo que estamos hablando. Este tipo de tecnología comprende una gama extensa de materiales, procesos de fabricación y subtecnologías que son utilizadas para la creación y realización de infinidad de productos.
Definición de Nanobots
Los nanobots son unos minúsculos robots de un tamaño nanométrico y con formas variadas que son capaces de actuar de forma autónoma. Gracias a sus diminutas medidas pueden realizar diferentes funciones y moverse con facilidad, desde viajar al interior de nuestro organismo para luchar contra muchas enfermedades a ser empleados para limpiar el medio ambiente o en la detección de plagas.
A continuación mostramos un sorprendente ejemplo de nanobot.
Aplicaciones de la nanotecnología
Existen muchas aplicaciones donde los nanorobots son de lo más útil. Principalmente son útiles en trabajos de carácter microscópico, donde muestran gran rendimiento, especialmente en campos como en la medicina, la electrónica o el medio ambiente.
Vamos con algunos ejemplos.
Aplicaciones en el Medio Ambiente
Entre algunas de sus funciones, trabajan con gran efectividad a la hora de filtrar el agua o desalinizarla. Igualmente son útiles para evitar la contaminación de ambiente o incluso pueden ayudar en la conservación de alimentos. Eso sí, en este último caso ayudados por nanosensores o nanopartículas.
Aplicación en la Medicina
Debido al pequeño tamaño que tienen, pueden entrar en nuestro cuerpo más fácilmente y realizar una serie de trabajos de lo más variado que con la medicina tradicional serían demasiado invasivos. Desde luchar contra enfermedades como el Parkinson o el Alzheimer, a hacerlo contra células cancerosas.
Entrando en detalle.
- Curación de enfermedades de la piel. Para ello se usan nanobots en cremas y compuestos que pueden eliminar exceso de piel, piel muerta o para limpiar los poros.
- Nanodispositivos médicos. Estos pueden realizar trabajo en el sistema inmunológico, donde pueden buscar bacterias y virus no deseados.
- En la higiene bucodental. Caso de los cepillos de dientes o enjagües bucales. Podemos encontrar nanorobots que se encarguen de identificar y combatir las caries, placa o sarro.
- Contra el cáncer. Existen nanobots capaces de acceder a los tejidos internos de los tumores (al núcleo) mediante el taladrado. Esto permitiría acceder al origen del tumor sin tener que acatar a capas exteriores.
Estos elementos podrían introducirse en el organismo a través de una sonda o incluso encapsulados para que lleguen al estómago y puedan empezar a trabajar.
Fundamentales en la actualidad y en el futuro
A día de hoy esta tecnología tiene ya gran importancia, pues soluciona problemas de tamaño tan reducido que nuestros ojos no los pueden si quiera percibir. Existen algunos nanobots que aun son prototipos y se espera que a largo plazo puedan utilizarse como herramienta para la cura de enfermedades todavía hoy incurables. Otros campos como el medioambiente ven en ellos una interesante forma de control del impacto ambiental.
Las aplicaciones en el campo de la nanotecnología se han multiplicado exponencialmente y es de esperar que tengan aún más repercusión en años venideros, donde a buen seguro van a invadir sectores como en de la medicina, robótica, energía o la domótica. Muchos analistas hablan de ella como la revolución industrial del siglo XXI.
A pesar de los grandes avances en la materia y de las perspectivas positivas, hay que valorar con cautela todos los éxitos alcanzados y los que se sucedan en el futuro, pues todavía quedan muchos interrogantes en temas como la bioseguridad, la salud humana, medioambientales o de carácter socioeconómico.
La investigación en este sentido es básica y será la que haga que los avances sean más o menos rápidos. La robótica y la nanotecnología son el presente y nos serán de gran ayuda en el futuro.