Bienvenidos una semana más a nuestro blog de robótica, en esta ocasión vamos a tratar un tema con mucho morbo… o no, como cada uno lo quiera ver. Vamos a hablar de los robots sexuales y el crecimiento que están teniendo en una sociedad más que acostumbrada a integrar la tecnología en su día a día, ¿lo vemos en detalle?
¿Qué son?
Para empezar vamos a definir el concepto de “robot sexual” que, como ya habréis podido imaginar, tiene relación con la práctica sexual del ser humano. Así pues, podemos definirlos como robots antropomórficos (con forma humana) destinados a realizar prácticas sexuales y satisfacer las necesidades de los seres humanos. No confundir con los cyborgs.
Como era de esperar, existen dos tipos principales de robots en función del género al que representen: robots sexuales masculinos y femeninos. Todos ellos pueden ser usados en distintas prácticas sexuales, los hay para todos los gustos.
Aunque debemos tener en cuenta que aun existen muchas limitaciones tecnológicas, sobre todo en cuanto al realismo de los movimientos y a la inteligencia artificial, este tipo de robots eróticos son cada vez más habituales y comercializados.
¿De que materiales están hechos?
La verdad que para poder hacer una recreación de un ser humano hacen falta unos cuantos materiales, pero principalmente se usa la silicona de alta calidad. Gracias a la textura y volumen de este material se logra una representación de la piel muy similar a la que podemos sentir cuando tocamos a un ser humano de verdad. El pelo y bello corporal suele fabricarse con tejidos sintéticos que consiguen un tacto y una imagen muy similar al de una persona, para hacernos una idea sería como el de una peluca sintética de calidad.
Por otro lado, en la parte interior se encuentran todos los sistemas electrónicos que permiten el movimiento y las reacciones humanas que intentan imitar estos robots. El gran reto aquí ya no es tanto la apariencia física, que ha llegado a un nivel de realismo brutal, sino la inteligencia artificial detrás de todo ello. Conseguir que sean capaces de reaccionar a estímulos o identificar qué está sintiendo la pareja sexual humana es el próximo paso para llegar a generar una experiencia lo más realista posible.
¿Son peligrosos?
Esta pregunta puede ir enfocada en varios sentidos, nosotros defendemos que depende del uso que se le de y de la responsabilidad de cada persona, pueden ser o no peligrosos. A nivel de integridad física del consumidor, por el momento cuesta imaginar que la carcasa o parte meramente física del robot pueda generar grandes daños, aunque sí podríamos encontrarnos con situaciones en las que el peso de la estructura pueda provocar algún accidente o bien que la realización de prácticas sexuales complejas genere lesiones importantes (aunque esto podría suceder entre seres humanos también).
Lo que puede llegar a ser más preocupante sería un hackeo del sistema operativo de estos robots sexuales, ya que esto podría ocasionar que un tercero controle el dispositivo y pueda llegar a hacer mucho daño al consumidor. O bien que la inteligencia artificial se revele contra el ser humano, como ya hemos visto en algunas películas. Por eso es de vital importancia que los sistemas de seguridad avancen a la par con estas nuevas tecnologías.
Seguramente veamos algún tipo de legislación y normativa referentes a controlar y limitar el uso de estos robots y evitar así el mayor número de accidentes posible. Por cuestiones éticas también debería limitarse el uso a menores de edad y a otros casos de personas que puedan sufrir algún trastorno mental o de conducta, aunque todo ello lo iremos viendo a medida que estos productos lleguen a los mercados y se vayan dando casos reales.
¿Qué precio tienen?
En la actualidad, debido a la escasez de su producción y a la poca competencia, este tipo de robots tienen precios muy elevados. Nos referimos a que el precio más barato ronda los 3.000€ y podemos llegar a ver algunos más caros que pueden superar los 15.000€. Como podéis apreciar, no es un precio muy asequible para los bolsillos de la mayoría de mortales, así que por el momento puedes buscar otras alternativas para obtener placer si no quieres desembolsar tales cantidades de dinero.
Pero, como en prácticamente todos los mercados, a medida que pasen los años, irán surgiendo más competidores y se harán mejoras sustanciales en la producción que afectarán directamente al precio final del producto, aunque para esto aun habrá que esperar unos años.
Dónde comprarlos
Todavía no es fácil encontrar sitios en los que comprar estos sex robots y en la mayoría de tiendas online suelen ser pedidos por encargo, que en ocasiones incluye hasta personalizaciones de los mismos. Hemos querido listar una serie de webs de proyectos de robot sexual y en las cuales se puede comprar o hacer un pre-order, aquí las tienes (muchas de ellas son empresas que también venden muñecas sin robotizar):
Exdoll (en chino)
Hemos tenido que indagar bastante para encontrar empresas que fabriquen sex robots debido a que es un mercado creciente que aun está por descubrir. Lo que tenemos muy claro es que es el inicio de un nuevo nicho erótico con un grandísimo recorrido.
Ejemplos
Vamos a mostrar algunas imágenes de réplicas humanas fabricadas para satisfacer las necesidades de los seres humanos.
Aquí podéis ver un documental muy interesante sobre la sexualidad con los robots.
Ética del sexo con robots
Nos enfrentamos a un tema bastante complejo y que necesariamente debe debatirse larga y tendidamente, y por supuesto debe haber algún tipo de legislación al respecto. ¿Realmente una persona que se acuesta con un robot está haciendo algo malo? La verdad que así de primera no debería haber ningún problema, siempre y cuando la persona no sufra algún tipo de alteración mental. Un adicto o adicta al sexo podría verse perjudicado por este tipo de relaciones e incluso un pederasta podría adquirir un robot con apariencia de niño y aumentar aun más el deseo de tener relaciones sexuales con menores.
Sin duda alguna, la complejidad del asunto obligará a llevar un alto control sobre la fabricación, venta y consumo de robots eróticos.
Y vosotros, ¿qué opináis sobre estos robots eróticos?